jueves, 9 de octubre de 2014

Pedro Pablo Linárez y la Memoria Secuestrada

El adiós en dolor mayor al  amigo y colega Pedro Pablo Linárez  es motivo de honda tristeza y pesar entre quienes tuvimos la fortuna de conocerle y el compromiso de trabajar juntos por la memoria histórica, etnológica y arqueológica del pueblo venezolano. Desde las distancia, sabíamos que su salud se deterioraba, que cada vez le era más difícil dar continuidad a sus sueños e investigaciones, apenas si conversamos por teléfono temas de investigaciones comunes, eludiendo el tema pendiente de la muerte. Y con la muerte llamando a la puerta, Pedro Pablo siguió investigando, acicateando, recordando donde otros querían olvidar. Como tributo a su pensamiento, que queda con nosotros como lámpara y acicate, compartimos unas líneas dedicadas al maestro  J. M. Cruxent, que Pedro Pablo publicase en Bacoa, espigadas en un ensayo  que conjuga el pasado, el presente y el futuro de las ciencias humanísticas en Venezuela:
 “Tres décadas anduvimos juntos y todavía en sus últimos años “el Profe”, como le decíamos, nos acompañó a partir de 1991 en la propuesta de la creación de Arqueología Forense como nueva línea de investigación científica en el país. Estaba entusiasmado con esta innovación científica, esto lo llenaba de alegrías, quería que “inventáramos o erráramos”. Siempre estuvo ganado para las nuevas ideas, para la creación, máxime cuando esto significaba la lucha contra el olvido a la que él tanta pasión y empeño le puso, porque Cruxent más que nadie sabía que la memoria del pueblo venezolano había sido secuestrada por la mentalidad colonial–imperialista de nuestros intelectuales, los que se encargaron de imponernos como única y obligatoria otra historia de los imperialistas y, en consecuencia, la historia del pueblo la echaron a un lado.”

Mucho de lo que dice Pedro Pablo de Cruxent se le puede aplicar a él, con la misma continuidad de las ideas florecidas que van de maestro a discípulo y, finalmente, al amigo. Decía Samuel Johnson: “La gratitud es un fruto que exige mucho cultivo. No es común encontrarlo entre la gente tosca.” Cuando en el rito recordemos a los amigos distantes, ausentes y los que se han ido para nunca volver, conforme caigan las hojas de cují en las páginas abiertas de los días que se agostan, pensaremos en Pedro Pablo Linárez, etnólogo, historiador, luchador social, antropólogo forense, compañero, para decirlo con las palabras de Miguel Hernández, poeta y mártir: “con quien tanto quería.
Como escribió y recomendó Pedro Pablo, hemos de "devolver al pueblo la memoria secuestrada", palabras precisas, poéticas y acaso proféticas.

1 comentario:

  1. P.P.Linárez fue un hombre de mucha sensibilidad social y humanismo. Siempre junto al pueblo denunció las injusticias y atropellos. Pionero de la arqueología forense en Venezuela y reconstruyó la memoria histórica de la insurgencia de los años 60, entre tantos aportes que generó a la antropología de Venezuela. Paz a sus restos.

    ResponderEliminar