viernes, 13 de febrero de 2015

Salutación a la Diosa Madre - Apuleyo


Algunas líneas de La Metamorfosis o El Asno de Oro de Lucio Apuleyo en traducción atribuida a D. Diego López de Cortegana (Sevilla, 1500). Espigamos: la Salutación de Apuleyo de la Diosa Madre y la Respuesta de la Diosa Madre.

Salutación de Apuleyo, aún metamorfoseado en asno:

«¡Oh reina del cielo! Ahora tú seas aquella santa Ceres, madre primera de los panes, que te alegraste cuando te halló tu hija, y quitado el manjar bestial antiguo de las bellotas, mostraste manjar deleitoso, que moras y estás en las tierras de Atenas; o ahora tú seas aquella Venus celestial, que en el principio del mundo juntaste la diversidad de los linajes, engendrando amor entre ellos y, acrecentando el género humano con perpetuo linaje, eres honrada en el templo sagrado de Paphos, cercado de la mar; o ahora tú seas hermana del Sol, que con tus medicinas, amansando y recreando el parto de las mujeres preñadas, criaste tantas gentes, y ahora eres adorada en el magnífico templo de Efeso; o ahora tú seas aquella temerosa Proserpina a quien sacrifican con aullidos de noche y que comprimes las fantasmas con tu forma de tres caras, y refrenándote de los encerramientos de la tierra, andas por diversas montañas y arboledas y eres sacrificada y adorada por diversas maneras; tú alumbras todas las ciudades del mundo con ésta tu claridad mujeril, y criando las simientes alegres con tus húmidos rayos, dispensas tu lumbre incierta con las vueltas y rodeos del Sol; por cualquier nombre, o por cualquier rito, o cualquier gesto y cara que sea lícito llamarte, tú, señora, socorre y ayuda ahora a mis extremas angustias. Tú levanta mi caída fortuna, tú da paz y reposo a los acaecimientos crueles por mí pasados y sufridos; basten ya asimismo los peligros, y quita esta cara maldita y terrible de asno, y tórname a mi Lucio y a la presencia y vista de los míos; y si, por ventura, algún dios yo he enojado y me aprieta con crueldad inexorable, consienta al menos que muera, pues que no me conviene que viva en esta manera.»

Respuesta de la Diosa Madre: Ceres Antigua, Venus Pafia, Diana, Minerva, Hécate, Isis:

«-Heme aquí do vengo conmovida por tus ruegos, ¡oh Lucio!; sepas que yo soy Madre y Natura de todas las cosas, señora de todos los elementos, principio y generación de los siglos, la mayor de los dioses y reina de todos los difuntos, primera y única gola de todos los dioses y diosas del cielo, que dispenso con mi poder y mando las alturas resplandecientes del cielo, y las aguas saludables de la mar, y los secretos lloros del infierno. A mí sola y una diosa honra y sacrifica todo el mundo, en muchas maneras de nombres.
De aquí, los troyanos, que fueron los primeros que nacieron en el mundo, me llaman Pesinuntica, madre de los dioses. De aquí asimismo los atenienses, naturales y allí nacidos, me llaman Minerva cecrópea, y también los de Chipre, que moran cerca de la mar, me nombran Venus Pafia. Los arqueros y sagitarios de Creta, Diana. Los sicilianos de tres lenguas me llaman Proserpina. Los eleusinos, la diosa Ceres antigua. Otros me llaman Juno, otros Bellona, otros Hecates, otros Ranusia. Los etíopes, ilustrados de los hirvientes rayos del sol, cuando nace, y los arrios y egipcios, poderosos y sabios, donde nació toda la doctrina, cuando me honran y sacrifican con mis propios ritos y ceremonias, me llaman mi verdadero nombre, que es la reina Isis. Habiendo merced de tu desastrado caso y desdicha, vengo en persona a favorecerte y ayudarte; por eso deja ya estos lloros y lamentaciones; aparta de ti toda tristeza y fatiga, que ya por mi providencia es llegado el día saludable para ti. Así que, con mucha solicitud y diligencia, entiende y cumple lo que te mandare.»

Salutación a Venus de Tito Lucrecio Caro en De Rerum Natura

Salutación a Venus de Tito Lucrecio Caro en  De Rerum Natura, traducción de D. José Marchena (Madrid, 1918).

Engendradora del romano pueblo,
Placer de hombres y dioses, alma Venus:
Debajo de la bóveda del cielo,
Por do giran los astros resbalando,
Haces poblado el mar, que lleva naves,
Y las tierras fructíferas fecundas;
Por ti todo animal es concebido
Y a la lumbre del sol abre sus ojos;
De ti, diosa, de ti los vientos huyen;
Cuando tú llegas, huyen los nublados;
Te da suaves flores varia tierra;
Las llanuras del mar contigo ríen,
Y brilla en larga luz el claro cielo.
Al punto que galana primavera
La faz descubre, y su fecundo aliento
Robustece Favorito desatado,
Primero las ligeras aves cantan
Tu bienvenida, diosa, porque al plinto
Con el amor sus pechos traspasaste:
En el momento por alegres prados
Retozan los ganados encendidos,
Y atraviesan la rápida corriente:
Prendidos del hechizo de tus gracias
Mueren todos los seres por seguirte
Hacia do quieres, diosa, conducirlos;
Por último, en los mares y en las sierras,
Y en los bosques frondosos de las aves,
Y en medio de los ríos desbordados,
Y en medio de los campos que verdecen,
El blando amor metiendo por sus pechos,
Haces que las especies se propaguen.
Pues como seas tú la soberana
De la Naturaleza, y por ti sola
Todos los seres ven la luz del día,
Y no hay sin ti contento ni belleza,
Vivamente deseo me acompañes
En el poema que escribir intento
De la Naturaleza de las cosas

sábado, 7 de febrero de 2015

El Zapato de Zapata

Llega de luto la madrugada.
Están más distantes y calladas
las estrellas y las nubes.
Vamos al alba
sin los Zapatazos de Pedro León Zapata.
Un recuerdo se posa en el hombro como un pájaro:
Siendo menos que un  niño,
Zapata accidentalmente me pisó con su zapato.
Estaba en el Museo de Arte Coro,
o para ser más preciso: entre la calle y el Museo,
a medio camino de la luz y la sombra.
Primero veo el enorme zapato lustroso y negro,
escalo con la mirada la larga anatomía vertical de Zapata
hasta la sonrisa de media Luna en su rostro.
Me dice con voz de viento en los páramos andinos,
desde azules y frailejones:
Disculpe”.
Y Zapata quitó su zapato de mi pie adolescente.
De alguna forma, secreta y obscura,
sentí que me habían investido caballero…

El caricaturista, humorista, escritor y pintor venezolano Pedro León Zapata falleció la madrugada de este viernes, informó su esposa, Mara Comerlati. El autor de los “Zapatazos” murió a los 85 años. El escritor Leonardo Padrón y el presidente-editor del diario El Nacional, Miguel Henrique Otero, expresaron a través de Twitter su pesar por el fallecimiento de Zapata: 
“Una noticia tristísima. Falleció nuestro genial y entrañable Zapata, el maestro de la caricatura.”
— Leonardo Padrón (@Leonardo_Padron)
“Lamentamos la perdida física del gran caricaturista y amigo Pedro León Zapata.”
— Miguel H Otero (@miguelhotero)
Pedro León Zapata fue un caricaturista venezolano nacido en La Grita, estado Táchira, el 27 de febrero de 1929.
Hijo de un militar, el coronel León José Zapata, y de María de Lourdes Monroy, completó sus estudios de bachillerato en el Liceo San José de Los Teques, para pasar en 1945 a perfeccionar sus dotes artísticas en la Escuela de Artes Plásticas.
Zapata se desarrolló durante toda su vida en las disciplinas del arte, como la pintura, el humor, y la escritura.
En 1947 pasó a formar parte del Taller La Barraca de Maripérez. En este expone sus primeros trabajos y comienza su labor de caricaturista.  A finales de 1947, viaja a México donde cursa estudios en el Instituto Politécnico Nacional de México, en la Escuela de La Esmeralda y en el taller de Siqueiros.
Su carrera como docente comenzó en 1958 en la Facultad de Arquitectura de la Universidad Central de Venezuela y la Escuela de Artes Plásticas Cristóbal Rojas. Fue el coordinador de la Cátedra Libre de Humorismo Aquiles Nazoa (1979) en la UCV.
Desde 1965 Pedro León Zapata comienza su carrera como caricaturista en el diario El Nacional, labor que jamás ha sido interrumpida por el artista. En este diario su columna ha sido titulada Zapatazos.
En la década  de los 1980, tuvo la oportunidad de trabajar con grandes figuras como Simón Díaz, Salvador Garmendia, Luis Britto García, Elisa Lerner y Rubén Monasterios en la revista El Sádico Ilustrado.
En su trayectoria profesional, diseñó portadas de discos para importantes artistas, entre ellos el recordado Simón Díaz.
Zapata es el autor del mural de cerámica titulado Conductores de Venezuela (1999), de más de 1.500 metros cuadrados de superficie, 150 metros de largo por 11,5 de alto, está compuesto por 40.000 lozas de 20×20 centímetros en  la autopista Francisco Fajardo a la altura de Plaza Venezuela.
Premios
Zapata ha acumulado una innumerable cantidad de premios en su larga trayectoria. Algunos de ellos son: Premio Nacional de Periodismo en 1967, dos Premios Municipales en 1974 y 1978, y el Premio Nacional de Artes Plásticas en el año 1980.
Libros
Este tachirense no sólo será recordando por su controversial sátira política, sino por una serie de libros que salieron de su pluma, algunos de ellos son: Zapatazos, ¿Quién es Zapata?, Zapata vs. Pinochet, Lo menos malo de Pedro León Zapata, Zapatazos por Uruguay, Zapata Absolutamente en Serio, Caracas, Monte y Culebra, Breve Crónica de lo Cotidiano, Los Gómez de Zapata, De la A de Arte a la Z de Zapata.