martes, 7 de febrero de 2012

XV Foro Nacional de Investigadores de Arte Rupestre y Legado Indígena


(Especial) En la ciudad de Santa Ana de Coro, estado Falcón, se realizó el XV Foro Nacional de Investigadores de Arte Rupestre y Legado Indígena, Homenaje a J. M. Cruxent.

El evento contó con el aval académico de la Universidad Nacional Experimental Francisco de Miranda, el Centro de Investigaciones Antropológicas, Arqueológicas y Paleontológicas (CIAAP) y el Museo de Arte Coro.

Según declaraciones de Mgs. Sc. Camilo Morón, Prof. de la Cátedra de Planificación de la Investigación Científica UNEFM, el encuentro entre investigadores y el público en general tiene como objetivo dar a conocer a los venezolanos este importante acervo arqueológico. Los petroglifos constituyen una senda privilegiada para contactarnos con nuestro pasado ancestral. Cuando vemos un petroglifo participamos, en buena medida, de una experiencia ala vez estética y filosófica.

En cuanto a los homenajeados en esta y anteriores ediciones del Foro, destacó el aporte transcendental de Sujo Volsky en la compresión del pensamiento venezolano sobre el arte rupestre y la propuesta de una rigurosa y rica metodología para el estudio científico de este tesoro de la herencia amerindia. El aporte de Jeannine, declara, constituye un antes y un después en las investigaciones antropológicas sobre arte rupestre en América. La obra de Omar Ydler resalta por su acuciosidad y el empleo del enfoque etnológico en la interpretación del legado indígena desde los petroglifos hasta la lexicología. Es una obra bien hecha, bien documentada y de generosa imaginación.

El XV Foro Nacional de Investigadores de Arte Rupestre y Legado Indígena comprendió la presentación de 10 ponencias, exposiciones de arte y artesanías, visita a la estación de petroglifos. Morón destacó la calidez con que los ponentes fueron recibidos por los corianos, la entusiasta participación del público asistente y el apoyo brindado por las instituciones regionales.

El petroglifo, declaró Camilo Morón, es vulnerable: agentes naturales y sociales atentan contra su integridad. El petroglifo es frágil pese a estar grabado en piedra, y destaca: no podemos cuidar aquello que desconocemos. El testimonio del petroglifo es complejo, pero contundente: nuestro pasado en América no se inicia en el siglo XVI. Es un pasado más hondo, se remonta a la aventura de los primeros hombres que llegaron al Nuevo Mundo, verdaderamente nuevo entonces para el hombre, hace unos 20 ó 30 siglos antes del presente.

Fuente: Entrevista concedida a la Columna “El Lente de Isaías”. El Falconiano.

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