miércoles, 26 de julio de 2017

La UNEFM en el Ayer, el Hoy y el Mañana de Falcón



«La Universidad para el desarrollo integral del Estado Falcón», tal el lema de la Universidad nacional Experimental Francisco de Miranda (UNEFM): la Universidad nacida de las luchas sociales de los falconianos por el pasado, el presente y el futuro de los falconianos.

El pasado de los falconianos es singularmente remoto, se remonta a 15.000 años antes del presente, a finales de la última Edad Glacial, a lo que se conoce en términos geológicos como la transición del Pleistoceno al Holoceno. Una parte importante de este descubrimiento científico corresponde a la UNEFM, a través del Centro de Investigaciones Antropológicas, Arqueológicas y Paleontológicas (CIAAP), el primer centro de investigaciones de la naciente  Universidad, fundado por José María Cruxent.
Entre las valiosas colecciones arqueológicas, etnológicas, paleontológicas e históricas, atesoradas y custodiadas por la UNEFM, destacan herramientas elaboradas con tecnología de la piedra tallada, provenientes de El Jobo, en el valle del río Pedregal,  que corresponden por su tipología a las más antiguas encontradas en América: Clovis y Lerma (EE.UU), Chivateros y Huancayo (Perú), Santa Isabel de Iztapán (México), Ayampitín (Argentina), Monte Verde (Chile). En estas mismas colecciones hay testimonios de la convivencia de los primeros pobladores de América con los animales de la megafauna extinta: mastodontes, gliptodontes, megaterios, smilodontes, osos y lobos. Una identificación completa de estas especies y del medio ambiente en que vivieron fueron publicadas en los dos primeros libros de la UNEFM, escritos por Claudio Oschenius; obras no suficientemente conocidas aún.
Cuando en 1987, J. M. Cruxent, padre la arqueología moderna en Venezuela, recibió el Premio Nacional de Ciencia, declaró: “En mi carrera la mayor satisfacción la he encontrado en los años de mis investigaciones en territorio falconiano. Me he hecho en Falcón. Se lo debo a esta tierra. Verdaderamente, porque yo soy un provinciano y por retruque el premio pertenece a Falcón, a su Universidad y a los corianos.”  Una magnifica declaración de la importancia que tuvieron las investigaciones en suelo falconiano para la consolidación del pensamiento de este genial pionero de las ciencias humanas en nuestra patria.
Las novedosas herramientas científicas han reabierto el debate sobre el poblamiento originario de América. El Estado Falcón, por su posición geográfica y la riqueza de sus yacimientos paleontológicos y arqueológicos, es una encrucijada clave en este debate.  Nuevas tecnologías como los estudios genéticos de poblaciones, el sistema de posicionamiento global (GPS), la acelerada revolución en informática, son algunas de las herramientas de las que se sirven los científicos para iluminar el claroscuro del pasado remoto.
Parejamente al avance tecnológico, las comunidades rurales exigen el derecho a conocer, investigar y gerenciar su patrimonio cultural ancestral como una fuente de desarrollo sustentable en lo intelectual y material. Son estas las coordenadas (ancestrales, históricas y modernas) desde las que es menester entender  y desarrollar las investigaciones arqueológicas, etnológicas y paleontológicas en suelo falconiano.
La UNEFM tiene las colecciones, la tradición, el prestigio y, más señaladamente, el compromiso sociohistórico para contribuir en esta nueva frontera del conocimiento. Las investigaciones humanísticas en toda la geografía falconiana. Las investigaciones arqueológicas y paleontológicas en los yacimientos de Taima-Taima, El Jobo, Dabajuro, el transepto Cabure – río Hueques, los estudios entre los loceros tradicionales y la memoria colectiva, son referentes a tomar en cuenta en este momento de definiciones transcendentales  como herencia y guía en el desarrollo integral de Falcón.
La génesis de la UNEFM la singulariza entre todas las universidades de Venezuela: se gestó en el seno de una bravía lucha social. La UNEFM experimenta en la hora presente un intenso proceso de cambio. En este escenario, se impone una investigación con un profundo sentido y responsabilidad social; no se trata sólo de hacer llegar el conocimiento a las comunidades, se trata, sobre todo, de producir el conocimiento con las comunidades. Porque como dice Paulo Freire: quien no está dispuesto a aprender, no debería enseñar. Este cambio radical de estrategia redefine los roles del científico social, el sentido mismo de la investigación y los derechos y deberes de las comunidades en función de su patrimonio cultural ancestral.
En la UNEFM promovemos el conocimiento por la experiencia. No se imprimen de igual modo en la memoria y el alma los saberes acumulados en las aulas  o por clases virtuales que aquellos que se fraguan en el campo, en los sitios con Arte Rupestre, con cerámica arqueológica, con la memoria oral, allí donde los testimonios del pasado conviven con los mitos y las comunidades de pescadores, ganaderos y agricultores.
En la elaboración de la Ley de Protección y Promoción del Patrimonio Cultural, Histórico, Arqueológico y Paleontológico correspondió al CIAAP -en su segunda fundación en septiembre de 2015- y al Aula Laboratorio en Restauración y Conservación de Bienes Arqueológicos y Paleontológicos (ALab-CRBAP) constituirse en asesores científicos y en escenarios para la consulta pública de este instrumento legar pionero en la legislación venezolana por cuanto es la primera ley a nivel estadal sobre la materia. En los inicios de la UNEFM, J. M. Cruxent llamó la atención de una ley regional que salvaguardara el patrimonio cultural regional. Casi 40 años después nos ha correspondido tomar ese testigo histórico en la carrera de relevos de las generaciones. Es como un puente entre el primer centro de investigación y el más novedoso de los espacios de formación estudiantil  y comunal en la Universidad. El ejercicio de buenas práctica profesionales orienta el accionar de los alumnos y el personal docente de la UNEFM, casa de estudio que es fruto de las luchas sociales de los falconianos. 
En los médanos de Coro, en el cerro Santa Ana, morada del mítico Capu, en la sierra de San Luis, en la playa de Cucuruchú, en la llanura árida de La Cuiba, los alumnos y los profesores de la UNEFM investigan, documentan y siembran conciencia conservacionista de nuestra herencia ancestral y el patrimonio natural de la Nación, cumpliendo en el campo el lema: la Universidad para el desarrollo integral de Falcón. Retomamos las investigaciones de Cruxent en los yacimientos de tipología paleoindia de Misaray, Baracara, Cayude, en torno al cerro Santa Ana. Así seguimos una tradición que se inicia en nuestros padres fundadores y llega (con la modestia debida) hasta nosotros.
                                                
 Mgs. Sc. Camilo Morón
 Jefe del CIAAP

Coordinador ALab-CRBAP

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